Nápoles, una ciudad portuaria al sur de Italia

Después de ir a conocer la Antigua ciudad de Pompeya, Bilcito y yo Aprovechamos de ir a recorrer las calles, de la ciudad de Nápoles. Contábamos solo con cuatro horas; antes de que el barco partiera hacia nuestro siguiente destino.

Al salir del puerto, lo que primero verán, es el castillo Nuevo o castillo Maschio Angioino. Construido por el Rey Carlos I de Anjou, durante los años 1279 y 1282. Durante el siglo XV, su estructura fue modificada, por Alfonso V de Aragón; dados los avances militares de la época.

 

 

 

 

 

El castillo cuenta con cinco anchas torres, que están unidas por una muralla: la torre di guardia, la torre di Mezzo, la torre di San Giorgio, la torre del Beverello y la torre dell’oro. La entrada cuesta 6€; no entre por falta de tiempo y no quería hacerlo a las carreras o apurado.

 

 

 

 

 

Luego de ver el castillo nuevo, nos pusimos a caminar por la via Vitorio Emanuelle III y luego por la  via San Carlo, hasta llegar a la Fontana del Carciofo; si necesitan ir al baño, hay unos baños públicos, a la izquierda de la plaza, como si fueran a ir al palacio Real.

 

 

 

 

 

                                                                                                                  A la izquierda de la fuente del Carciofo (si vienen del puerto), está la plaza del Plebiscito, la biblioteca nacional y el palacio real de Nápoles; el cual estaba en reconstrucción, cuando estuvimos de visita por Nápoles.

La plaza del Plebiscito, llamada así por el plebiscito; en el que Nápoles se unió a Italia, bajo la casa Saboya, en octubre 2 de 1863. Esta es una de las plazas más grandes de Nápoles, alrededor de ella está: al este el Palacio Real y al oeste la iglesia de San Francesco de Paola.

Es una plaza semicircular, edificada al estilo del panteón de Roma; durante todo el año, en este espacio público al aire libre, se celebran: conciertos, óperas y diferentes actividades; para el disfrute de la población. Las estatuas que están al frente de la iglesia, representan a Fernando I de Borbón y a Carlos III de Borbón.

Después de la plaza, fuimos a ver el castillo real. Cuando compren la entrada, pidan los auriculares; la diferencia no es mucha, pero la narración hace una diferencia. El recorrido comienza, por una escalera espectacular, que conduce al segundo piso; donde la realeza vivía en unas hermosas habitaciones.

 

 

 

 

 

La construcción del palacio, estuvo a cargo del arquitecto: Doménico Fontana, a principio del siglo 17 y desde entonces ha tenido varias remodelaciones. La fachada está más o menos conservada; no le tome foto, porque estaba bajo remodelación.

Lo primero que vimos fue el teatro; ubicado a la izquierda de las escaleras, por la cual subimos al segundo piso.

 

 

 

 

 

                                                                                                                                                                                                                 Las habitaciones y salones las encontré bien llamativas y hermosamente decoradas con: tapices, murales en los techos, pinturas y muebles de la época.

 

 

 

 

 

Después de recorrer las habitaciones y salones, encontrarán una capilla, que era utilizada por la familia real; está a mano derecha, en el pasillo por donde hay que bajar al primer piso.

Luego del castillo, Bilcito y yo nos pusimos a caminar por entre las calles, para ver que encontrábamos; las calles son subidas y bajadas ya que la ciudad está en una colina.

 

 

 

 

 

Se nota que la ciudad, es bien grande y como no teníamos mucho tiempo para recorrerla; solo caminamos por los alrededores del puerto.

 

 

 

 

 

 

                                                          La via Partenope y la via Nazario Sauro, que son para mi como un malecón está bien conservada y limpia. Con hoteles y restaurantes a todo lo largo del malecón; la avenida la pueden caminar tranquilamente, sentarse a disfrutar de la vista o alquilar las típicas bicicletas, de dos o cuatro personas y disfrutar paseando por la zona.

                                                                                                                                                                                                                  No vi playas, lo que vimos fue balnearios ubicados en las rocas, donde la gente se ponen a llevar sol y disfrutar del mar. Muchos tienen pequeñas embarcaciones para disfrutar del lugar.

                                                                                                                                                                                                  Hay muchas cosas que hacer y visitar en Nápoles; cómo tomar un ferry hacia otras ciudades portuarias o visitar los alrededores de la ciudad. Así que, si ustedes tiene la oportunidad, de pasar más tiempo que yo; les recomiendo buscar por la internet, para que puedan disfrutar, de los atractivos que ofrece la región.

Saludos, espero les haya gustado esta corta publicación, acerca de Nápoles. Los invito a seguirme, por mis redes sociales en: Instagram, Facebook, Twitter y por mi canal de YouTube, para que disfruten de mis viajes y aventuras. Aca les dejo un link de mi paseo por Nápoles